UN SUJETADOOOOOOOOOOOOOR HECHO POR MÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍ

Lo habrás visto ya en Instagram, ¿no? Lo último que subí ¡¡¡¡¡ES UN SUJETADOOOOOOOOOOOOOR!!!!!! Sí, sí ¡¡¡¡¡es un sujetadooooooooooooor HECHO POR MÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍ!!!!!! (si querés molestarte en contar las oes de ambos «sujetad…», no hace falta: en las dos palabras puse la misma cantidad).

Bueno, a lo que voy. Que sí, que soy la puta ama y me hice un sujetador. Un corpiño. Un bra. Un antigravedad tetil.

No voy a mentir: no fue fácil. Aún me hago quilombo con los materiales (tanto que corté las bandas de atrás en tul de sujetador, en vez de en powernet, pero, oye, si no te lo cuento, no lo sabés). Gracias a Inoa llegué a Sewme y pude comprar los mil tipos de cositas que manda el patrón. Ah, que no lo dije. Es el Black Beauty Bra, de Emerald Erin. Una pasada de patrón. Mirá qué precioso es.

Y si la parte de encontrar los materiales adecuados parecía liosa… No, coserlo no es difícil. Lo mismo acertar con la talla de aro sí (compré de dos tamaños y aún estoy haciendo pruebas, a ver cuál me gusta más), pero lo que es coserlo en sí, mientras las telas y los elásticos y los hilos y las agujas y las tensiones y los pies de arrastres y todo eso se comporte, pues no, no es difícil. Ahora, es lo más parecido a hacer un reloj suizo. Hay que coser con una precisión de su puta madre. Precisión por la que, precisamente, no soy conocida 😂

Porque te voy a poner fotos en detalle de todas las cagadas que hice. Que las hay, a raudales. Pero, oíme, ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ES UN SUJETADOOOOOOOOOOOOOR HECHO POR MÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍ!!!!!! Eso, que no se olvide.

Primero, la tela. Tricot de lino de Cal Joan. Que compré como 4481 metros para un vestido, pero cuando llegó me dije «esta es perfecta para un sujetador».

Como los elásticos eran negros, la idea era coser con hilo amarillo pero dar pespuntes en negro. Y como hilo negro tengo varios conos de la marca Cachito Pérez, cuando compré la última tanda de hilos en Seoane, pues Mara 120 de ese color no me traje. Y yo, toda contenta, me pongo a coser mi sujetador. Y mi máquina, toda chula, me dice que tururú. Que hilos de mierda a ella no. Que Gütermann o nada. Confinada como estoy, me puse a buscar Mara 120 en las mercerías del pueblo. Y más tururú. En una, que no, que Mara no tienen, que solo trabajan con Gütermann (Mara es un tipo de hilo de Gütermann. A vos te lo cuento, por si no tenés una mercería que vive, entre otras cosas, de vender hilos. O si sos la mercería de al lado de mi casa, que parece que no se había enterado). Otra, que se le había agotado. Otra, que de Gütermann solo trabajan el coselotodo y el torzal. Al final, me vine con un coselotodo y marchó más o menos bien. Pero si mirás en detalle los pespuntes en amarillo (mara 120) y en negro (coselotodo) verás que mi máquina es una exquisita.

Ya con hilo, me pongo a coser. Porque con hilo de calidad, aguja stretch (yo le puse de 75) y pie de doble arrastre, se cose fenomenal. A menos, claro, que tengas que hacer costuras con lupa. En plan con un margen de costura de 6 mm, coser a máquina durante 1,5 cm. Con el pie de doble arrastre, que ocupa todo el campo de visión. Pero bueno, al final, vas juntando piezas, que el elástico de 12mm acá, que el de 9mm allá, que el channeling… Un momento, vamos a detenernos en el channeling. Porque cuando hablo de precisión suiza, me refiero a esto. El channeling es el canal que se pone para luego meter el aro. Se cose al margen de costura de la copa y después tenés que pespuntearlo por el derecho. Yo, que no soy casi chula, me dije «pues esto, en negro». Así, que resalte bien si la pifio. Es decorativo, ¿vale? Esas ondas que se ven son así en mi diseño, no tiene nada que ver con haber ido bailando sobre el puto channeling. Y punto.

Y las tiras delanteras, con el FOE envolviendo una tira de twill para darle estabilidad… La segundas me quedaron decentes, pero las primeras… Ay, las primeras. Qué desastre. Pero bueno, como la peor parte queda atrás, y atrás no me veo, no me molesta. Ojos que no ven, you know.

Hay un paso muy divertido que dice «antes de coser el elástico que va por toda la parte de arriba del sujetador, fijate que el cierre tenga el mismo ancho que el sujetador». Agarro el cierre, lo pongo contra el sujetador y concluyo que sí, que descontando los elásticos inferior y superior, quedará más o menos del ancho que debe. ¿MÁS O MENOS? PRECISIÓN, LUCÍA, PRECISIÓN. ¿Y a qué vino lo de descontar los elásticos? Total, que, claramente, me quedó más ancho el sujetador que los cierres. Pero como a grandes males, grandes remedios… Miren qué mona las tablitas de diseño que le hice. QUE ES DISEÑO, que no es apaño. De verdad, qué manía con llamar mal a las cosas.

Empecé a pelearme con la tela el viernes. El sábado por la mañana, después de irnos a otras dos mercerías, me puse a coser. Y el sábado por la noche ya no sabía ni cómo me llamaba. Mi máquina también estaba ya cansada. ¿Viste lo típico de que la máquina empieza a coser mal cosas que luego (y antes) cosía bien? Era su manera de decirme que nos fuéramos a dormir. Lo hice, no sin antes cerrar el channeling de una de las copas por los dos extremos. El segundo lo dejé para el domingo. El domingo, ese día en el que leí que justo a continuación ponía «si es tu primer sujetador, lo mismo te interesa no cerrar el channeling, para ir probando distintos tamaños de aro». Así que el domingo, en vez de ponerme a coser, me puse a descoser. Hilo negro sobre elástico negro y channeling negro. Challenging, sin duda.

Dos puntadas más tarde, tenía un sujetador. ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡UN SUJETADOOOOOOOOOOOOOR HECHO POR MÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍ!!!!!! (por si no había quedado claro).

Aca, probándomelo sin haberlo terminado. Shhhhhhh…
Decime si no soy una niña toda formalita, con las manitos cruzadas en el regazo.
Que se noten bien las tiras, que me costaron mucho de hacer.

Bueno, en este trozo voy a hablar un poco más en detalle sobre el patrón en sí, por si andabas buscando info en español.

Tenés que medirte bien antes de comprar el patrón, porque viene separado en dos bloques diferentes, según la copa: B-DD en uno, E-G en otro, ambos van de la 28 a la 40 (pulgadas, que son tallas yankees). Yo quedo justito al límite con una 32 DD. Cuando lo compré no estaba muy segura, pero sí, acerté. Yuuuuujuuuuuuuuuuuuuuuuuu. Primer triunfo del sujetador.

Las instrucciones vienen muy bien explicadas. En inglés, claro. Con dibujitos y paso a paso milimétrico. Viene tan detallado que te aconseja no solo el tipo de tela (esto es básico), sino también el tipo de aguja, de hilo, cuándo coser con puntada recta, cuándo con zigzag y cuándo con zigzag elástico.

Los márgenes de costura vienen incluidos, pero te marca en el patrón la línea de costura y la de corte. Me gusta cuando hacen eso. Y más cuando hay que coser con tanta precisión. Me resultó útil marcar en las piezas de tela el margen con tiza, así podía minimizar los desvíos.

Este primer sujetador pretendía ser una «wearable toile». O sea, una prueba, pero ya con la idea de poder usarlo. Soy la reina de las toiles (glasilla, muslin, mock up, prototipo… Tiene mil nombres, pero yo siempre me refiero a ella como «toile»), las hago para bastantes prendas. Normalmente, en una tela barata que luego voy a usar como forro de la prenda con la tela buena, para no desperdiciar materiales. El impacto ambiental de mi hobby es bastante heavy, así que intento minimizarlo todo lo posible. Por eso no caso estampados (aunque duelan los ojos), procuro comprar telas con certificado de sostenibilidad, reaprovecho las toile o guardo cada retalito para usarlo como relleno de cojines, entre otras cosas.

Pero bueno, que me desvío. Que la idea era hacer una primera prueba completa, para ir tomando contacto con los materiales, técnicas, comprobar ajuste… Y aunque el ajuste en este caso es bastante acertado, al segundo sujetador le voy a pedir más aún. Con el uso detecté, por ejemplo, que los aros me molestaban en el centro del pecho. Lo arreglé cerrando el channeling un poco más abajo, y listo. También creo que la copa, en la parte de arriba, se me abre un poco. Son detalles mínimos, pero que creo poder mejorar (CREO, que de fitting de sujetadores sé nada y menos. Pero voy aprendiendo).

El patrón viene con dos vistas y, para ambas, la opción de ponerle espuma (foam) o no, según tus gustos. Cada combinación de copa+banda viene separada en el PDF, con lo cual no te dejás los ojos intentando seguir la línea de tu talla e imprimís únicamente las hojas que necesitás. También trae el esquema de los aros, para que puedas hacer uno con un trozo de alambre y probar si te va a ir bien o no. Ella recomienda un tamaño de aro para cada combinación de copa+banda, pero también explica que es normal que el aro que «te toque» por talla no sea el que más se ajuste a tu cuerpo.

Me encantó coser este patrón. Me siento la reina del mambo usando mi sujetador handmade. Y saber que tengo la posibilidad de hacerme tantos como necesite. Porque andaba necesitando un sujetador. Me duran mucho tiempo, pero la última tanda me la había comprado como hace seis o siete años y ya están reventados. Ahora mismo estoy usando mi sujetador no porque me guste (vale, no SOLO porque me guste), sino porque no tengo otro hasta que pongamos lavadora, jajajaja.