La verdad es que no se me da mal cocinar. Quien haya probado mi comida sabe que no miento.
Pero hoy llegué tarde de la oficina, mi mamá no iba a estar para cenar, así que decidí hacer algo fácil. Me puse a rebuscar en el congelador. Hay comida como para abastecer un búnker de 100 personas durante dos años. Pero a mí me apetecía lasagna o algo así… Aunque, visto lo visto, me voy a tener que quedar con las ganas.