Y llegó la II Semana de la Sostenibilidad

Se venía gestando desde hacía tiempo. Nos tenían enganchados con noticias y adelantos que iban sacando para picarnos la curiosidad y acercarnos a Rivas este fin de semana. Que si el concurso de «Ciudadano 2.0«, que si el de «¿Cómo ves la vida dentro de 20 años?«, que si la entrevista a Enrique Meneses… Pero no hacía falta. Los temas que iban a tratar ya eran suficientemente interesantes de por sí como para contar, al menos, con mi presencia. Imagino que a muchos les pasaría igual.

El sábado nos fuimos tempranito para Rivas. Mientras esperábamos que empezara la mesa de Ciudadanía en red, Tomy me preguntó si funcionaría su tarjeta (Orange) en mi móvil (Movistar). Lo apagué y pensamos que dado que faltaba muy poco para ponernos en marcha, que lo probaríamos con más tiempo luego… Y cuando lo fui a encender, ¡no me acordaba el PIN! Primer intento, mal. Segundo intento, mal. Tercer intento… PUK. Jajaja, lo bloqueé. Todo el fin de semana sin móvil. Él me prestó su SIM para que pudiera encenderlo y conectarme gracias al WIFI disponible, para tuitear un poco (tampoco mucho, que no era cuestión de saturarlo al santo varón).
Bueno, así, empezamos #ciudadano2. Fue aún mejor que lo que esperaba. Muy dinámico, aunque con el tiempo disponible apenas si pudimos dar una pincelada de cada uno de los temas a tratar…
Lo mismo pasó con la mesa de #SOStener. Me hubiera quedado toda la tarde escuchando hablar solo de decrecimiento, pero es que ¡también había de participación ciudadana, soberanía alimentaria, ciudades en transición y custodia del territorio! Con lo que me gusta a mí lo de la custodia del territorio… Menos mal que el moderador les dejó hablar más de los 15 minutos que tenían cada uno, pero, de todas maneras, me supo a poco.
Bueno, y después llegó mi lectura del cuento «Hoy abrimos la cápsula del tiempo«, que a esta gente le gustó más que ningún otro y resultó ganador del concurso. Temblaba como una hoja, pero estuvo guay.

El relato no estaría completo si no hiciera una breve mención a la comida.
Al mediodía comimos comida vegetariana… No sé porqué se empeñan en decir que ecológico es igual a vegetariano. Vale, sí, que una vaca consume mucho más que una lechuga, pero que también hay comida sana y ecológica más allá del tofu. O de la soja. En fin.
Al acabar la jornada, mientras tomábamos una «Coca Cola» (ecológica) y/o una cerveza (ecológica), se nos acercó Roberto y nos dijo que unos cuantos se iban de cena, que si nos apuntábamos. Y, como bien dice Santiago, los que no tenemos hogar, aceptamos. Y hasta las doce y pico de cena con los de ACA (Laura x2, Roberto, Daniel, Edu y Alberto), con Santiago y Tomy. Comimos como cerdos (literalmente, de verdad, ¡qué exageración!) por muy poquito dinero. El lugar se llama, creo, La Quinta de Rivas. Muy muy muy recomendable.

Bueno, todo fue recomendable. Fue un día muy completo e interesante. Ya lo creo.
El jueves hay otra cita con las cervezas verdes. Bueno, con los tragos verdes (porque esa es la traducción de Green Drinks, después de todo, ¿no?).