Unas dos semanas después de los exámenes todos, indefectiblemente, empezamos el ritual de las notas. Sabemos que tardarán más tiempo, que no habrá nada colgado todavía, pero aún así, lo hacemos.
Es como un baile. Los pasos los tenemos aprendidos y vamos perfeccionándolos con la práctica.
Entramos en la página de la UNED, ponemos nuestros datos de usuario para acceder a nuestra información personal, accedemos a la Secretaría virtual y el ratón se mueve él solito hasta Consultar las calificaciones de Acceso, 1er y 2º Ciclo, septiembre (o febrero o junio, según toque) y, como siempre, aparece el mismo odioso mensaje «No hay calificaciones que mostrar«. ¿Cómo que no? ¡Si hice cuatro exámenes!, le dan a una ganas de decir, pero en vez de eso, cerramos la página para, a los treinta minutos, estar otra vez igual, uned.es, usuario y pass, secretaría virtual, 1er y 2º Ciclo, septiembre, «No hay calificaciones que mostrar«, insulto contenido, cerrar página. Creo que se entiende que, media hora después, volvemos a teclear la página de la UNED. ¿Enfermizo? Bastante. Y con pecado, porque sabemos que nuestros queridos profesores se tiran casi un mes antes de desvelar el misterio.
Y así, todos los días, varias veces al día (y a la hora), hasta formar parte de nuestra rutina diaria. Y un buen día, cuando ya estás por cerrar la página después de echar el vistazo habitual, te das cuenta que no dice «No hay calificaciones que mostrar«. A veces, hasta lo ves en el mismo momento en que cerraste la página y corrés, toda emocionada, uned.es-pass-secretaría-1erCiclo-Septiembre y te quedás asombrada de no tener el mensaje que te vino acompañando tanto tiempo. La nota que hayas sacado, buena, mala, esperada o no, da igual. Entra un momento de congoja por saber que tendremos que esperar otros cuatro meses para ver a nuestro querido «No hay calificaciones que mostrar«.